COMER ANCHOVETA ES COMER SALUD I.
Continuando con nuestro compromiso de compartir vivencias y experiencias, en esta oportunidad, permítanme exponer y relatar un caso personal de salud y las bondades de nuestra anchoveta (Engraulis ringens), en su tratamiento. Tras una serie de pruebas y de terapias en el año 2009, me diagnosticaron entre otros, claudicacion neurogenica y estenosis espinal Lumbar, enfermedad o dolencia que se define como el estrechamiento progresivo de la apertura del canal espinal -medular, comprimiendo la medula y las raíces nerviosas, ocasionado por un proceso de degneracion artrosica de la columna vertebral, cuyas causas pueden ser entre otros, la originada por una enfermedad degenerativa (artritis, artrosis), lesiones o fracturas vertebrales, etc., es una enfermedad de progresion lenta que se manifiesta en la medida que nos hacemos mayores y envejesemos; dolencia que se caracteriza entre otros síntomas, por un intenso dolor en las piernas y los pies que limitan o anulan nuestra actividad cotidiana.
A mediados de los años 80' aproximadamente, empecé a sentir en forma esporádica unos dolores en la espalda con mayor incidencia en la parte baja - zona lumbar, la misma que en ese entonces fue diagnosticada por el médico tratante como una lumbalgia, para lo cual me receto unas frotaciones y pastillas para el dolor, con los años fui notando que esta dolencia se acentuaba en los meses de invierno. En los años 90' la situación se puso más crítica, había días y sobretodo en las mañanas que fueron muy dolorosos para levantarme de la cama y vestirme solo, sentarme y levantarme. El médico me solicito unas radiografías de la zona afectada, diagnosticándose un cuadro de artrosis, deformación de discos intervertebrales de la zona lumbar y presencia de osteolitos - espolones, recetándome en esa oportunidad frotaciones y pastillas para el dolor y la inflamación, posteriormente una infiltración en la zona señalada, los medicamentos me causaron problemas en el estómago , por lo cual tuve que recurrir a la medicina natural con yerbas medicinales con resultado que hacían soportables los dolores, así mismo en invierno vivir por un tiempo en el interior del país. A fines del año 2007, el dolor en la zona lumbar se presentó más estable, irradiándose hacia las piernas con mayor incidencia en la pierna izquierda entre la rodilla y el tobillo, desde entonces fui tratado por un médico neurólogo quien tras una evaluación de mis síntomas y algunos exámenes físicos en camilla y caminando, me prescribió una serie de pruebas, como: ecografía doppler venosos y arterial de las extremidades inferiores, electromiografía en ambas piernas, radiografía de la columna lumbar, densitometría ósea, etc. En este trajinar el dolor se hizo más intenso en la parte lateral externa de la pierna inferior (rodilla - tobillo) y en el talón del pie, posteriormente y en forma progresiva fue avanzando hacia toda esta parte de la pierna señalada y los pies, acompañado o alternando el dolor con una sensación de hormigueo, adormecimiento - perdida de sensibilidad, ardor, quemazón y eventualmente calambres en el pie, los dolores fueron muy intensos e insoportables al caminar, cada vez la distancia se me acortaba que me obligaba a detenerme a riesgo de caerme por el adormecimiento de la pierna, como ocurrió en dos oportunidades, asistir a mis consultas médicas y pruebas fue un verdadero tormento. Ante esta situación fui transferido a la especialidad de Neurocirugía.
En Neurocirugía tras una nueva evaluación, preguntas de los síntomas y pruebas físicas, fui sometido a una serie de nuevas pruebas y tratamientos, entre otros, radiografías de la columna lumbar estática y dinámica, estudios de neuroconduccion y electromiografía, tomografía lumbar, resonancia magnética, terapia de rehabilitación (laser terapia, ultrasonido, electroterapia, termoterapia, etc.), uso de corsé ortopédico, medicación con pastillas e inyecciones para el dolor y la inflamación. En mi consulta del día miércoles 30 de setiembre de 2009 el médico - neurocirujano tratante luego de analizar mi historia clínica, placas de la resonancia magnética y la evaluación física correspondiente, me diagnostico entre otros, claudicación neurogenica y estenosis espinal lumbar, me explico y detallo las causas, su evolución y las posibles consecuencias de no ser tratado oportunamente, en tal verdad, y al no existir mejoría tras el tratamiento sometido me recomienda la intervención quirúrgica, el mismo que lo pone a mi consideración, sin embargo me extiende las ordenes correspondientes al "riesgo quirúrgico" . La noticia como tal me impacto debido que durante mi trajinar como paciente tuve la oportunidad de conversar con otros pacientes y convalecientes de esta dolencia, observando algunos cuadros y escuchado versiones ciertamente conmovedores; así mismo, afloraron a mi memoria vivencias poco gratas, entre otros, una intervención quirúrgica al riñón, nefrectomía derecha realizado el 11 de agosto de 1981, cuyo postoperatorio fue traumático debido a un cuadro severo de septicemia. El impacto del diagnóstico fue muy fuerte pero había que asimilarlo y reaccionar positivamente, en este propósito y sin el ánimo de desmerecer las cualidades profesionales y humanas del médico tratante, sometí este diagnóstico ante la opinión de otros profesionales médicos especialistas en la materia reumatólogos y neurólogos las opiniones fueron divididas prevaleciendo la No intervención quirúrgica y someterme a un tratamiento conservador menos traumático, así mismo, coincidieron en señalar que por mi edad (70) la operación es riesgosa, dolorosa y en algunos casos reversible, de igual manera, señalaron que el tratamiento recomendado solo tiende a retrasar la progresión del mal y a reducir los síntomas del dolor y de la inflamación.
El tratamiento recomendado fue en primer término someterme a una rigurosa dieta, bajar de peso (89 kilos), ejercicios suaves de flexión y estiramiento, uso de corsé ortopédico, caminar en lo posible y poco a poco, reposo, etc. los mismos que fueron estructurados por familiares y amistades especialistas en rehabilitación física y nutrición. Mi dieta la inicie en el mes de Febrero de 2010, está constituida de ensaladas de verduras y hortalizas frescas bien lavadas y preferentemente crudas con limón y bajo de sal (shoyu), anchoveta (Engraulis ringens) y frutas; nada - cero frituras, parrillada, a la brasa, ají, condimentos, carnes rojas (res, carnero, cerdo). Mi consumo de anchoveta se remonta a mi infancia, por consiguiente conservo el habito, en esta oportunidad la adquiría en conservas, congelado y fresco; recordando un accidente que me ocurrió en mi niñez, durante el primer año mi consumo fue de tres días a la semana, posteriormente y de acuerdo a su disponibilidad fue y es, de dos a tres veces semanales; durante y a partir del año pasado 2014, ante la escasez de la anchoveta la vengo alternando con bonito, caballa, jurel o trucha. La variedad de conservas de anchoveta, entero en salsas y cremas, y de sopas concentradas de anchoveta producidos por el Instituto Tecnológico Pesquero del Perú - ITP., fueron muy oportunos en este tratamiento, el consumo fue de 1 lata de conservas de 1/2 libra tuna - 170 gramos por vez y en invierno 1 lata de sopa concentrada de anchoveta de 1 libra tall - 425 gramos; manteniendo las reservas de la dieta, la anchoveta congelada y fresca las preparo recurriendo a mi modesta habilidad culinaria e inspirado en el ingenio y la creatividad ; este último invierno ha sido bastante crudo por motivos familiares no he viajado al interior del país, el frio y la humedad ambiental la he podido paliar con las sopas concentradas señaladas y con sopas preparadas shacuiveta, chairoveta, anchovetasca, y entre otros potajes, ceviche, tiradito, sudado, marinado, escabechado, salpicón, causa, tallarín saltado, anchobi no sashimi, achallao, misky misky, oishi des.
En mis tres últimas consultas con el medico neurocirujano después de la evaluación fisca se me extendieron las ordenes de pre - operatorio o riesgo quirúrgico correspondientes ( 30-09-09; 23-12-09; 26-05-10), hecho que indudablemente pone de manifiesto el estado de mi dolencia, sin embargo, estime conveniente en darme una última oportunidad y someterme al tratamiento recomendado, para ello y previo a ello debía esforzarme por conservar la serenidad, el optimismo y sobre todo mantener en lo posible el buen humor, cualidad al parecer innata que me caracteriza, sin embargo y a pesar de ello, no faltan situaciones que alteran un poco el estado de ánimo pero se superan. Esta es una enfermedad cuyos síntomas tienen un comportamiento irregular, es decir, para mi caso en particular, antes del año 2007, se manifestaba generalmente en invierno, existiendo años con dolor soportable, otros con dolor intenso punzante y también algunos años que no se presentaron sintomas, lo cual dio pie para inconscientemente confiar y descuidarme. Con respecto al tratamiento que vengo practicando, quiero en primer terminino manifestar que soy conciente de esta enfermedad y sus consecuencias, sin embargo, puedo señalar y asegurar aunque sin precisar fecha, que el mayor tiempo de estos cinco anos de tratamiento los vengo sobrellevando más aliviado; algunos de los síntomas como el hormigueo y el adormecimiento de la pierna y pie, se han ausentado pero sé que están ocultos y pendientes de cualquier descuido; de igual manera, el dolor no es estable pero se presenta agudo y punzante cuando hay una caida del animo; el ardor de los glúteos y las rodillas, la quemazón de la pierna baja y en los pies, son más estables aunque han bajado de intensidad.
Lo expuesto es un hecho cierto, es una vivencia y experiencia personal de salud, por este motivo, todas las notas que escribo en mi blog., llevan un mensaje de fe y de esperanza, y particularmente de gratitud para este prodigioso pescadito llamado anchoveta (Engraulis ringens), soy testimonio vivo de sus beneficios, por consiguiente, tengo el deber y la obligación moral de compartir y difundir sus bondades; bondades, que me vienen permitiendo disfrutar de una mejor calidad de vida, debido que, manteniendo el rigor de mi dieta me permito alternar y disfrutar de otros potajes de mi agrado, asi mismo, considerando las precauciones del caso, participo de algunas reuniones familiares y sobre todo, puedo caminar con la normalidad que muy generosamente me concede la nobleza de mis 75 años. A pesar de ello, como este enfermedad - dolencia no tiene curacion, la lucha continua.
Me siento agradecido de todo lo que me viene sucediendo y de otros beneficios que por el momento me reservo comentar. Conservo en mis archivos toda la documentación correspondiente, de existe alguna duda me pongo a disposicion, siempre y cuando sea por intermedio de un centro médico especializado aqui en nuestro pais o en el extranjero.
EL DIA QUE NUESTROS GOBIERNOS, FORMEN CONCIENCIA DE LA IMPORTANCIA DE LA ANCHOVETA, COMO ALIMENTO DE GRAN VALOR NUTRICIONAL Y DE SALUD Y, DECIDA ALIMENTAR A NUESTRAS MADRES GESTANTES, MADRES LACTANTES Y NINOS CON ESTE GENEROSO MANA, ENTONCES Y SOLO ENTONCES, ESTAREMOS FORJANDO UNA PATRIA NUEVA DE MUJERES Y HOMBRES FISISCO Y MENALMENTE SANOS, FUERTES E INTELIGENTES.
COMER ANCHOVETA ES COMER SALUD. . . . EL PERU LO TIENE